05 junio 2022

Señoras que cantan cosas

Si no fuera porque algunos zoquetes (también zoquetas) aun siguen confundiendo la palabra feminismo como un movimiento que ataca a los hombres sin reconocerla en su verdadera definición "Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre" (RAE) todo hubiese rodado mejor. Supongo que, dado que acaba en "ismo", algun@s asignaron un significado a las antípodas de machismo. Como si fuese la parte contraria que se comporta igual pero en el género opuesto. Siendo el machismo "Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres" (RAE) el feminismo sería lo mismo, desde las mujeres hacia los hombres. Valientes gañanes.


La comparsa We can do Carnaval ha escocido como ninguna en mucho tiempo. Por esa ignorancia y por muchas cosas más. Y ha sido la que mayor campaña destructiva ha padecido desde un primer momento. Bastó conque despuntara una primera vez para ya empezar a recibir el castigo mediático de los machirulos de turno, bautizados por sus propias integrantes como "los señoros", cuando así se comportan. No hay nada de su repertorio donde se atente contra la figura del hombre. Hablan de sus miedos, sus sentimientos como mujeres, sus emociones y asuntos ingratos en la vida. Cantan suaves, sin estridencias, muy vocalizadas. Una música sencilla y sin artificios filarmónicos que la adornen desde atrás. Es curioso que, tras tantos años echando mano a la nostalgia por las coplas sencillas,  en las comparsas actuales  a ellas no se les permita ese regreso. Y sin estar desafinadas, todo lo contrario, algun@s ya las desafinaron desde lo más profundo de su intolerancia. Como eran unas Don nadie ¿Para qué prestar atención con detalle a lo que cantan y qué dicen? Bah, sus cosas de siempre. Por eso algún eliminado podría decir tras su éxito de ellas "Si esto sirve para que las mujeres den un paso..." ¿Cómo? ¿Si esto sirve...?. Como siempre aparece el sentimiento protector y patriarcal de quien, en una especie de sacrificio propio, da una especie de permiso provisional para que estas mujeres progresen en la fiesta. Y se niega a reconocer que simplemente se trató de una simple suma de puntos superior y según los criterios de un jurado, como con cualquier otra agrupación en una clasificación. Y que también fue cosa de gustos.


En las redes sociales han sufrido todo tipo de ataques. Algunos con tono miserable. Mediante fueron subiendo escalones mayor iba siendo el castigo. Desde aquella internauta que usó la imagen de una menor de cuatro años (hija de una integrante) para, con esa imagen en su perfil, desacreditar a su madre de esa menor (por lo que fue seriamente advertida) hasta los clanes más putrefactos que organizaron movimientos amenazantes y denigrantes con tal de que no llegaran a salvo. La organización del COAC, al tanto de dichos planes, tomó precavidas acciones de seguridad en evitación de posibles altercados. Afortunadamente no ocurrieron. Imagino que porque los saboteadores, al ver que los "a favor" eran bastantes más, vieron su guerra perdida. Y a correr. Y así, entre insinuaciones políticas, favores ideológicos, antipatías personales... se llegó a la imbecilidad. Y si We can do ganó algo nunca fue por mérito propio. Hubo hasta quien vio dragones.

Su éxito está ahora reforzado en las calles. Con multitudes abrazándolas y echando a un lado y de tacón a l@s neci@s. Son aclamadas y las llaman campeonas. Porque ellas no han ganado un premio de coplas. Han ganado otra cosa mucho más grande y bonita: que el día de mañana cualquier mujer que quiera cantar y competir se sienta con la misma igualdad para lograrlo y llegar hasta el final, sin ayuda de nadie y sin miedo a prejuicios ni complejos.


El patriarcado, al contrario de lo que piensan algunos, no son los hombres. El patriarcado es algo en nuestra sociedad que se toma el poder para decidir qué, cómo, cuándo y dónde una mujer puede disponer de su libertad como persona y resolver sobre si misma. Parece que, hoy al menos, ha recibido un pequeño palito canavalesco. Y le ha dolido. Pero, oye, que esto no está resuelto ni finiquitado. Que mañana, quizás, te encuentres a algún juez de coplas que se diga internamente "Eso conmigo no volverá a pasar". Y haya que empezar de nuevo. No importa, las mujeres tienen el cuerpo hecho a eso y a mucho más.

Un saludete muy carnavalesco.